El idealismo ... ¿Una nueva perspectiva?

Es contrario al realismo filosófico en cuanto supone que todo conocimiento es una idea generada en la mente humana, busca un absoluto en algo diferente a lo tradicional. Plantea el mundo como el enfrentamiento necesario y permanente entre dos fuerzas, es decir, se sustenta en la dialéctica. Todos los idealistas se suscriben en la dialéctica, aun cuando sus planteamientos sean diversos.
Todo hombre tiene un plan ideal, estos es una proyección hacía la utopía, el futuro legitima la acción humana, el pasado no interesa.
Se sostiene que a través de la planificación el hombre puede llegar a progresar, y finalmente a la felicidad. Aparece así en definitiva la idea de que el hombre siempre será mejor, se insiste en un “progreso indefinido”

¿Qué pasa con el absoluto?
La concepción de Dios cambia respecto a la filosofía anterior ya no es un absoluto del todo claro, por lo que este absoluto debe buscarse en otra parte. Así para Ficte el absoluto será el “yo”, que mediante la dialéctica, se enfrenta con el”no yo”.

Para Schelling el absoluto está en el arte (belleza)

El máximo exponente del idealismo alemán, Hegel es considerado el idealista absoluto, en cuanto el absoluto para él es “el todo”, una especie de espíritu que define toda la realidad. Dicho espíritu es como una bola de nieve, en cuanto crece cada día más, y no se sabe todo lo que tiene. En este espíritu se produce la dialéctica, todo es potencia en el. No se puede conocer ni el presente ni el futuro, debido a que esto está dentro del espíritu, y como ya se dijo el espíritu es incognoscible.
El espíritu en definitiva es un gran ser que se encuentra en constante movimiento. Manifiesta la creencia en Dios, en cuanto Él también es parte de este espíritu.
Plantea que la máxima creación humana es el Estado, que rige toda la humanidad, y en definitiva todos los actos humanos, producto de este gran espíritu y no de la voluntad humana.
La obra principal de Hegel es la “fenomenología del espíritu”, en esta obra expone sus ideas, diciendo que al espíritu solo se le conoce a través de la fenomenología, de tal manera que solo conocemos el fenómeno.