Idealista alemán, nacido en 1844 recibe influencias de Schoppenhauer, quien dirá que lo que mueve al hombre es la voluntad de vivir.
Considera como inicio que los hombres no son iguales, concibe la realidad divida en dos fuerzas. Estudia la tragedia griega, por lo que divide al mundo en lo apolinio y lo dionisiaco.
Apolo es a quien no le sobra ni le falta nada, es la perfección. Dionisio, dios del vino, es el exceso, es a quien le sobra todo y quiere más.
Todo ser humano tiene está mezcla de estos dos componentes. Para Nietzshe hay dos tipos de alma; señoriales y de esclavo. Lo que determina el alma que el ser humano poseerá es la cantidad de un algo llamado VOLUNTAD DE PODER, está se define como las ganas interiores que tiene el ser humano de dominar al otro.
Aquel que posee alma de esclavo se rige por la moral del débil, es decir, por la moral cristiana, está moral ha impedido que las almas señoriales avancen.
Las almas señoriales no han podido desarrollarse porque la sociedad les ha impuesto está moral de esclavo.
Plantea que la moral del héroe o señor debe ir más allá de lo bueno y malo, por lo que es bueno todo aquello que me ayuda a ascender.
Ahora bien, el héroe tiene una potencialidad de subir más allá, esto es el SUPERHOMBRE, condición a la que llega aplicando su propia moral. El superhombre no es una especie más si no que es un grado de evolución superior.
Las almas serviles tienen tanto a Dionisio como a Apolo, pero Apolo es quien domina. En cambio las almas señoriales, aun cuando posean ambas naturalezas, libran y reprimen a Dionisio cuando así lo desean.
Si el hombre está llamado a ascender entonces está llamado a reemplazar a Dios, cuando dice: DIOS HA MUERTO, solo está constatando una realidad en la que claramente no hay un horizonte, un referente a seguir. Debido a que este referente ya no está, el hombre debe buscarlo en otra parte, y por esto debe tener hacia el superhombre.
Considera como inicio que los hombres no son iguales, concibe la realidad divida en dos fuerzas. Estudia la tragedia griega, por lo que divide al mundo en lo apolinio y lo dionisiaco.
Apolo es a quien no le sobra ni le falta nada, es la perfección. Dionisio, dios del vino, es el exceso, es a quien le sobra todo y quiere más.
Todo ser humano tiene está mezcla de estos dos componentes. Para Nietzshe hay dos tipos de alma; señoriales y de esclavo. Lo que determina el alma que el ser humano poseerá es la cantidad de un algo llamado VOLUNTAD DE PODER, está se define como las ganas interiores que tiene el ser humano de dominar al otro.
Aquel que posee alma de esclavo se rige por la moral del débil, es decir, por la moral cristiana, está moral ha impedido que las almas señoriales avancen.
Las almas señoriales no han podido desarrollarse porque la sociedad les ha impuesto está moral de esclavo.
Plantea que la moral del héroe o señor debe ir más allá de lo bueno y malo, por lo que es bueno todo aquello que me ayuda a ascender.
Ahora bien, el héroe tiene una potencialidad de subir más allá, esto es el SUPERHOMBRE, condición a la que llega aplicando su propia moral. El superhombre no es una especie más si no que es un grado de evolución superior.
Las almas serviles tienen tanto a Dionisio como a Apolo, pero Apolo es quien domina. En cambio las almas señoriales, aun cuando posean ambas naturalezas, libran y reprimen a Dionisio cuando así lo desean.
Si el hombre está llamado a ascender entonces está llamado a reemplazar a Dios, cuando dice: DIOS HA MUERTO, solo está constatando una realidad en la que claramente no hay un horizonte, un referente a seguir. Debido a que este referente ya no está, el hombre debe buscarlo en otra parte, y por esto debe tener hacia el superhombre.
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